
Seguro que sabes de sobras que a tu gato le chifla que le rasques bajo la barbilla, que juegues con él, que le prepares el alimento al momento pero ¿sabes qué odia? Hay ciertas cosas que son completamente odiadas por los felinos y que, no obstante, posiblemente no tengamos ni idea y estemos sometiendo al gato a una horrible molestia que le ponga los nervios de punta. Para mejorar vuestra convivencia en el presente artículo de unComo vamos a descubrirte 6 cosas que odian los gatos que te ayudarán a conocer mejor a tu mejor amigo y a hacer que vuestra vida en común sea idónea para los dos. ¡Atento!
El agua
Una de las cosas que más odian los gatos es el agua. Es una verdad a gritos que la mayoría de las personas ya conocen por el hecho de que solo falta que intentes meter a un felino bajo el agua para darte cuenta del susto que se lleva. Pero ¿por qué ocurre esto? Según diferentes investigaciones se ha determinado que el origen de este odio se encuentra en la evolución de este animal. Los orígenes de los gatos deben buscarse en los gatos salvajes de África, China y Europa que, sobre todo, vivían en zonas yermas y, por ende, no abundaba la existencia de agua.
Además, el tema de la higiene está cubierto con estos felinos en tanto que son muy aseados y, diariamente, se lavan dos o tres veces para limpiarse restos de suciedad que puedan impregnarle el cuerpo; de verdad, tienen la lengua rasposa para poder suprimir cualquier indicio que se haya quedado y, así, acicalarse al máximo.

Los ruidos o sonidos fuertes
Los gatos tienen muy desarrollado el oído, por eso, otra de las cosas que más odian son los ruidos fuertes o los golpes que puedan haber por casa y que, realmente, les alteran y les ponen alarma. Piensa que estos animales siempre y en todo momento están muy pendientes de cualquier movimiento, estruendo o cualquiera que se acerque a él, tienen el sentido muy activado para poder escapar de un depredador, en el caso en el que sea preciso.
Así, si convives con un gato debes evitar poner la música demasiado alta, vocear o tocar algún instrumento en casa por el hecho de que les puedes causar agobio, ansiedad o depresión. Es cierto que, con el tiempo, pueden acostumbrarse a determinados sonidos como el estruendo de los turismos o el estruendo que emiten determinados electrodomésticos como, por ejemplo, la lavadora o secadora pero, la verdad, es que debes evitar reducir el impacto sonoro en casa para conseguir que viva de la mejor forma posible.

Ir en el turismo
A diferencia de los perros a los que les chifla dar paseos en turismo, mirar el paisaje o sacar la cabeza por la ventana, los gatos odian esta práctica y, de verdad, pueden alterarles mucho elevando su estado de nervios. Piensa que, de forma general, son animales de costumbres a los que les agrada tener su territorio controlado y su rutina aproximadamente establecida con lo que cualquier cambio que puedan sufrir puede acarrearles ansiedad y nerviosismo.
Además, no olvides que los paseos en turismo pueden llegar a marearles debido al movimiento del vehículo, de verdad, muchos gatos acaban devolviendo por el vaivén con lo que evita llevarle en turismo y, si debes ir al veterinario, intenta ir caminando, ¡te lo agradecerá!

Algunos olores
Los gatos y los perros son animales cuyo sentido del olfato está muy desarrollado aunque, en el caso de los felinos, no lo tienen tan potenciado como los canes pero, de igual modo, lo tienen mejor que el nuestro. Es por esta razón por el que olores que a nosotros nos asemejan realmente agradables, a ellos les pueden resultar aborrecibles y realmente molestos.
Algunos de los olores que más odian los gatos son los productos de limpieza, determinados ambientadores de hogar, el olor del café, el tabaco, los cítricos, etc.. Si ves que tu gato estornuda siempre y en todo momento y cuando pasa por algún lugar de tu casa probablemente es por el hecho de que esté rechazando determinados aromas que haya por esa zona.

Que le corten las uñas
Otra de las cosas que odian los gatos es cuando les cortan las uñas. Aunque sea una práctica que es enormemente precisa, la verdad es que se ponen muy inquietos y no les resulta para nada agradable. Los gatos callejeros no precisan que se les vayan cortando pues su vida les fuerza a caminar por determinados terrenos que se hacen cargo de limarles las uñas pero, no obstante, los gatos familiares sí que requieren que se les vayan cortando pues, sino, se pueden quedar enganchados en cualquier espacio.
Para evitar cortárselas puedes instalar un rascador en tu casa que él empleará para limarse las uñas y, por ende, no será preciso que intervengas. Pero si ves que siguen estando demasiado largas entonces sí que se aconseja que o bien asistas al veterinario o bien se las cortes tú en casa. Si quieres saber de qué manera, en unComo te contamos de qué manera recortar las uñas a un gato.

Las caricias demasiado fuertes
Los gatos son animales muy cariñosos y que en diferentes momentos del día pueden requerir tu atención y cariño. Pero debes ser coherente que su tamaño es sensiblemente más pequeño y, por ende, sus huesos y su fuerza también es más reducida con lo que evita al máximo acariciarlo demasiado fuerte o jugar con él de igual modo en el que juegas con un cánido. Deberás cambiar la intensidad y ser más frágil.
Ten en cuenta que son unos animales altamente sensibles al tacto con lo que les encantará que les acaricies suavemente pero cuando seas un tanto más brusco advertirás de qué manera se torna violento y también intentará defenderse. El motivo es que no se lo está tomando como una caricia sino como un ataque con lo que no le pongas inquieto y acarícialo de forma cuidadosa y mucho cariño.

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