
La escoliosis es la curva lateral de la columna vertebral. La escoliosis es una alteración estructural. Debe tener una magnitud mínima de 10º, las desviaciones menores se consideran asimetrías y no se pueden apreciar escoliosis. Detectar la escoliosis puede realizarse en una exploración rutinaria como descubrimiento casual al advertir una deformidad torácica, alguna anomalía, asimetría observable en espalda, pecho o bien hombros.
La evaluación clínica del adolescente con escoliosis tiene múltiples objetivos:
- Identificación de una etiología latente (exclusión de causas no idiopáticas).
- Valoración de la magnitud de la curva.
- Necesidad de realizar pruebas complementarias.
- Determinar el riesgo de progresión.
Valoración del potencial de desarrollo. En la pubescencia la posibilidad de sufrir cualquier género de escoliosis se multiplica por cuatro. El riesgo de progresión es mayor a lo largo del pico puberal de desarrollo. Este pico precede al estadio II de Tanner en chicas (coincide con pre menarquia), y sigue al Tanner II en varones (aparición de caracteres sexuales secundarios).
La exploración general se debe centrar en:
- Exploración neurológica completa (son esenciales los reflejos abdominales).
- Exploración cardiopulmonar.
- Patología orgánica inflamatoria.
- Patología orgánica tumoral.
El primer paso en el examen de escoliosis es la simple inspección:
- Posterior
- Giba costal.
- Asimetrías en: hombros, tronco, escápulas, altura de crestas iliacas, perfiles de tronco, pliegues glúteos y poplíteos.
- Anterior
- Asimetría en horizontalidad de ojos y pabellones auriculares, cuello.
- Desigualdad en altura de los hombros o desequilibrios del tronco.
Maniobra de Adams: con el paciente de pie flexionado cara delante con los brazos extendidos y las rodillas rectas, en la escoliosis se observa asimetría en la espalda, como giba costal, que se puede medir en centímetros. En la escoliosis idiopática la giba costal derecha es la pero usual.
Escoliómetro: es un nivel de carpintero amoldado para medir la relevancia de la giba. Tiene una curvatura que se hace coincidir con las apófisis espinosas. En la maniobra de flexión precedente se emplea para valorar la diferente altura de los dos lados de la espalda, haciendo un recorrido cefalocaudal.
Test de la plomada: explora la alineación del tronco. Con una plomada, desde apófisis espinosa de C7 cae hasta la línea interglútea.
A veces es necesario emplear técnicas como la resonancia imantada o el TAC, para mejorar la imagen de las anomalías vertebrales o espinales en pacientes sugestivos de nosología, como pacientes menores de 10 años con veloz progresión de la curva. Esto es necesario para hacer después un buen tratamiento de la escoliosis.
Este artículo es meramente informativo, en Sabioz no tenemos capacitad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún género de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier género de condición o malestar.
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- La escoliosis no es hereditaria aunque los antecedentes familiares pueden influenciar.