
No se trata simplemente de una sensación de tensión o nerviosismo que nos afecta a nivel sensible o psicológico, el agobio tiene un impacto considerablemente mayor en nuestro organismo consiguiendo afectar la apariencia de nuestra piel, la regularidad de la regla y, evidentemente, la salud cardiaca. Además incide directamente en condiciones psicológicas como la ansiedad, la depresión, entre otras nosologías. Pero tratándose del órgano cardiaco ¿de qué manera afecta el agobio al corazón? En este artículo de Sabioz.com te lo explicamos con todo detalle.
¿Por qué el exceso de agobio afecta nuestra salud?
El agobio se define como la forma en la que reacciona nuestro organismo ante estímulos que se repiten de forma muy frecuente como puede ser el miedo, la tensión, la presión y, además, otro género de condiciones como el frío, la fatiga o la alegría.
Es una contestación física del organismo ante todas estas condiciones que resulta, si se quiere, natural. Bien canalizado no se convierte en un inconveniente, pero cuando no sabemos llevarlo y el mismo se acumula en nuestro cuerpo, entonces nuestra mente y organismo comienzan a sufrir: nos sentimos agotados, hostiles, tensos, tristes, desmotivados o inquietos. Cuando algo nos causa agobio nuestro cuerpo reacciona:
- Liberando hormonas relacionadas con la tensión como es el caso del cortisol o la adrenalina.
- Aumentando la velocidad de la respiración y la frecuencia cardiaca.
- Tensando nuestros músculos, en especial en zonas sensibles como el cuello o la espalda.
- Incrementando el nerviosismo y el estado de alarma.
- Haciendo que nuestro cerebro trabaje de forma más veloz.
Cuando esta condición se presenta habitualmente nuestra salud comienza a estar en juego. El agobio usual puede favorecer el desarrollo de condiciones como:
- El insomnio.
- Dolores de cabeza y migrañas.
- Ansiedad y inconvenientes sensibles.
- Diversos inconvenientes estomacales como gastritis, úlceras o colon irritable.
- Condiciones cardiacas que pongan bajo riesgo la salud del corazón.

El agobio aumenta la tensión
Diversos estudios y además investigaciones confirman que las personas que llevan una vida muy tensa tienen una mayor posibilidad a desarrollar enfermedades cardiacas, en especial si además de esto llevan una vida sedentaria y mantienen una dieta inadecuada.
Cuando estamos estresados nuestro cuerpo genera distintas hormonas asociadas a la contestación del organismo frente a la tensión y el riesgo, como son el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas incrementan la presión arterial, una condición que puede finalizar generando rigidez y estrechamiento en las arterias, lo que conduce a una arteriosclerosis y aumenta el riesgo a sufrir un infarto.

El agobio eleva los niveles de colesterol y triglicéridos
Mantener un recomendable nivel de colesterol LDL, conocido como colesterol malo, resulta esencial para asegurar nuestro bienestar general y, en singular, la salud de nuestro corazón. Cuando los niveles de colesterol son excesivos este género de lípidos no pueden ser empleados por el cuerpo para la producción de energía, con lo que acaban acumulándose en el organismo, particularmente en nuestras arterias coronarias. Esto incrementa el riesgo a sufrir de obstrucciones arteriales lo que podría conducir a una angina de pecho o a distintas enfermedades cardiacas.
Diversos estudios han revelado que el agobio intenso incrementa los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, quizás por el hecho de que las hormonas que se generan cuando estamos tensos complican la eliminación de los lípidos, o quizás por el hecho de que este género de tensión nos lleva a requerir más energía con lo que el hígado podría tener que generar más colesterol para darnos esa energía que pedimos. Aunque no se conozcan todavía las causas precisas de esta reacción anatómico, los resultados han sido concluyentes, sumando una razón más por la que el agobio afecta al corazón.

Mucho agobio puede mudar nuestro ritmo cardiaco
Uno de los primeros síntomas del agobio que apreciamos son los cambios en el ritmo cardiaco. El corazón se acelera cuando estamos bajo tensión y si con frecuencia nos sostenemos en ese estado podríamos, incluso, llegar a alterar por completo su ritmo frecuente, lo que podría causar distintas nosologías que pongan a este esencial órgano bajo riesgo.

Incrementa el riesgo de infarto en pacientes del corazón
Si has sufrido alguna condición cardiaca anteriormente y te preguntas de qué manera afecta el agobio al corazón, es esencial que estés atento, pues las investigaciones prueban que quienes son más propensos a tener inconvenientes en este órgano debido al agobio son aquellos pacientes que el pasado han sufrido de cualquier nosología cardiaca.
Vivir de forma continua estresado incrementa el riesgo de sufrir un ataque al corazón dado a que la presión sanguínea se incrementa y las arterias pueden resultar bloqueadas. Pero además de esto la tensión y angustias frecuentes pueden hacer que sintamos más dolor en el pecho o que demoremos más en recobrarnos de cualquier condición cardiaca.

¿Cómo combatir el agobio?
Aprender a manejar el agobio resulta esencial para asegurar nuestro bienestar general y además la salud de nuestro corazón. Por eso en unComo te invitamos a:
- Evitar aquellas situaciones o personas que te generen agobio de forma superflua. Mientras menos te expongas a situaciones tensas mucho mejor.
- Disminuye el consumo de comestibles estimulantes que incrementan tus niveles de alarma como es el caso del café, el chocolate, el alcohol, los refrescos o las bebidas energizantes. Además es recomendable llevar una dieta saludable baja en grasas y azúcares.
- Haz ejercicio habitualmente, al menos 4 veces a la semana. El deporte y el ejercicio físico son de las mejores formas de liberar la tensión y pueden mudar la contestación de nuestro cuerpo frente al agobio.
- Incorpora a tu rutina actividades relajantes como la meditación, el yoga o el pilates. Hacer ejercicios de respiración además te ayudará a terminar con la tensión de tu día a día.
- Usa la música a favor tuyo escuchando armonías que te relajen y te asistan a dejar de lado la tensión.
- Lee un buen libro, mira una buena película o sal a dar una vuelta con los amigos. Estas actividades nos asisten a aislarnos y pasar un buen rato, lo que reduce el agobio.
- Encuentra tiempo día a día para hacer alguna actividad que te relaje, tu cuerpo te lo agradecerá.

Este artículo es meramente informativo, en Sabioz no tenemos capacitad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún género de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier género de condición o malestar.
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