
Caminar es una actividad que hacemos diariamente, pero ¿sabes si realmente lo haces bien? ¿Tienes una postura recomendable? Son aspectos muy esenciales pues caminar bien es homónimo de salud. Caminar es un ejercicio de bajo impacto muy bueno para el cuerpo pero se debe procurar caminar de la forma recomendable para no dañar tu espalda. En este artículo de Sabioz.com te mostramos de qué forma caminar apropiadamente.
Caminar diariamente es uno de los ejercicios más recomendados para la salud singularmente si no disfrutas yendo al gimnasio. Puede acudir a combatir el agobio, la depresión y puedes quemar calorías entre determinados de sus beneficios. Pero para aprovecharte de los beneficios de una buena travesía, debes proseguirse una serie de pasos que seguro que te ayudarán a hacerlo de la forma recomendable. Debes dar pasos de una manera relajada, dejando que tus movimientos sean flexibles, naturales y no demasiado grandes.

Debes adquirir una buena postura para caminar apropiadamente. Aunque cada persona tiene su estilo andando, debes siempre y en todo momento ir recto y erguido durante tus jornadas de camino. La postura es esencial para caminar bien y no dañar tu espalda. Muchas veces adquirimos hábitos muy negativos al caminar que pueden ser un auténtico inconveniente de salud en un futuro. Así que cuando andes debes tener tu cabeza bien erguida, la espalda recta y el mentón mirando arriba. Si eres capaz de sostener esa postura, tu columna vertebral estará recta y al tiempo suprimirás presión del diafragma para respirar mejor. Cada vez que andes se consciente de tu postura y nunca te encorves. Este género de mala postura es muy usual y perjudicial para la salud.
Debes utilizar siempre y en todo momento tus piernas cuando andes, aunque te parezca evidente debes hacer trabajar los isquiotibiales, los cuádriceps y las pantorrillas para que tus paseos sean eficaces. Una forma saludable de caminar es empleando todos los músculos de tus piernas. Cuando andes intenta visualizar todo tu cuerpo en movimiento, esto hará que tus músculos trabajen en equipo, desde el talón hasta los muslos. Y así conseguirás sostener tus pies en el ángulo apropiado para caminar cada paso.

Cuando paseas además debes prestar atención a tus hombros. Aunque los movimientos más esenciales al caminar son los de las piernas y el tronco, debes prestar atención a la postura de la parte superior. Mantén los hombros cara atrás y relajados, pues así tu columna proseguirá estable y recta al caminar. Esto hará que minimices la presión en tu espalda al caminar evitando lesiones futuras. Aparte de tener una postura estupenda y sana irás proyectando fuerza y seguridad con cada paso.
Otra parte del cuerpo que nunca debes olvidar son tus brazos. Debes balancearlos mientras que paseas. Aunque se supone que es un movimiento natural del cuerpo, si no es tu caso deja que tus brazos cuelguen de forma espontánea y sin rigidez. Tus brazos deben balancearse al ritmo de tus pasos. Y esto causa que tus pasos sean eficaces, caminando con el máximo de tu energía. No metas las manos en el bolsillo, debes siempre y en todo momento tener los brazos cerca de tu cuerpo y balanceados, así andarás más veloz y te fatigarás menos.
Y si quieres aprovechar esta actividad tan saludable para favorecer el perder peso, te invitamos a que sigas los consejos del artículo Cómo adelgazar caminando.
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