La cultura occidental moderna ha distorsionado el acto innato de comer con sensatez, por su enorme exuberancia de comestibles. Por supuesto, la presencia de una cultura capaz de nutrir a sus ciudadanos, es confortante, pero así como eso viene la obesidad y las enfermedades.
Sigue leyendo para aprender trucos y secretos para comer adecuadamente, y sostener un cuerpo sano.
¿Qué es el hambre?
Saber que se siente el hambre, requiere algo de práctica. Tener hambre es un sentimiento de necesidad de comestibles, cualquier comestible, en la boca del estómago. El hambre no aparece cuando piensas: “Ops, hace 3 horas que no como nada”, el hambre aparece cuando precisas comida para satisfacer las necesidades nutricionales del cuerpo.
Frena cuando estés satisfecho
¿No detestas cuando sientes que tu estómago está lleno?. Esta es una señal de que has cometido un fallo en la forma en que acabas de comer. Cuando acabas de comer, el estómago no debe sentirse vacío, pero tampoco lleno por completo.
Necesitas aprender a adquirir el hábito de comer despacio para que puedas detenerte cuando estás satisfecho, no lleno. El cerebro precisa cerca de 20 minutos para captar la señal del cuerpo que afirma “No tengo más hambre”.
Come solo cuando tengas hambre
Nuestro hambre aparece a las 12:00 hs, y a las 21:00 hs. Si bien es buen horario general para comer, recuerda que nadie te fuerza a comer si no tienes hambre todavía. Además, si tienes hambre entre comidas, sigue adelante y prepara una merienda saludable.
No es bueno morirse de hambre entre comidas, y si te lo dejas, cuando llegue el alimento vas a devorarla. Todo es cuestión de oir a tu cuerpo.
Otra cosa a recordar es que al comer un tanto cada vez que tengas hambre todo el día, no debes comer tanto en las comidas, en tanto que no tendrás tanta hambre. Si sigues esta sugerencia, pero prosigues comiendo la misma cantidad que antes, solo terminarás ganando peso.
Tamaño de las porciones
En general, nos servimos comida como si tuviéramos miedo de que sea la última. Está probado y admitido que el tamaño de las porciones se ha duplicado en los últimos 50 años.
Recuerda que el estómago es del tamaño de tu puño. No esperes llenarlo de más sin consecuencias negativas. Algo que muchas personas no saben es que su estómago se estira cuando están acostumbrados a comer mucho.
Si solo ingieres pequeñas cantidades de comestible al tiempo, manteniendo un estómago pequeño, no será tan dura la sensación de saciedad.
Sírvete una pequeña porción de comida en el plato, y cuando hayas terminado con eso, espera unos 10 minutos para comprobar si estás satisfecho. Si realmente quedas con hambre tras ese tiempo, sírvete un tanto más. Sin embargo, si esperas 20 minutos para que la señal llegue a tu cerebro, encontrarás que realmente ya no tienes hambre.
Es la cantidad que comes
Para ciertas personas puede resultar más simple tener una cantidad recomendable de comestibles, dividiendo las comidas en rebosantes temtempiés pequeños durante todo el día. Otros pueden decantarse por comer toda el alimento en un par de veces o incluso una comida grande. La elección es insignificante para la salud por lo general, todo lo que importa es el total consumido comestibles. Haz lo que resulte más simple para tu caso, y será más simple cumplir la meta de comer mejor.
El desayuno
Desayuna todos los días. Así se comienza tu metabolismo temprano en la mañana (en tanto que reduce en la noche por el hecho de que no comes mientras que duermes). También te ayuda a concentrarte mejor durante todo el día.
No soñar
Es un hecho comprobado que la tv te hace apreciar comer más. Es por todos esos anuncios que hacen agua la boca con primeros planos de los comestibles de manera perfecta preparados. No veas esto, hace que el estómago piense solo en comida.
Además, no pienses en qué bueno estaría comer un cucurucho gigante de helado.
Sólo debes quitar las fantasías de tu mente y pensar en otra cosa, entonces no quererás que tanto. O bien, piensa en lo bien que saben las fresas frescas.
Las bebidas
Es una buena idea tomar agua, o té siempre y en toda circunstancia y cuando sea posible; o refrescos de dieta en remata instancia. Las bebidas azucaradas y jugos pueden tener cientos y cientos de calorías, y no te hacen sentir más lleno. Las gaseosas frente al agua no tienen chances.
Come despacio
Mastica bien los comestibles hasta el momento en que se han transformado en puré. No puedes tomar bocados más grandes, que sean de una cantidad razonable para masticar.
Dale tiempo a los procesos digestibles y hormonales de tu sistema, que entonces van a mandar la señal que llega al hipotálamo en el cerebro. Comer despacio ayuda a sostener la cantidad de comida que vas a consumir. También evita que te atores, y te da más tiempo para meditar con precisión si tu estómago se siente lleno o no.
Bebe mucha agua todos los días
Esto es muy esencial. Puedes pensar que tienes hambre, cuando realmente, es sed.
También hace que el hígado y los riñones trabajen mejor. Trata de agregar una rodaja de limón, lima o naranja para darle algo de gusto al agua si te aburre.
Este artículo es meramente informativo, en Sabioz no tenemos capacitad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún género de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier género de condición o malestar.
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