
A los arces nipones les chifla estar a la sombra de otros árboles más grandes. En este artículo consideramos cosas esenciales para este árbol. Te mostramos como cuidar un arce nipón.
Cuidados en verano del arce nipón
Cubre la base del arce nipón con aproximadamente 10 cm de pedazos de corteza para aislar las raíces y evitar que se evapore el agua de todo el árbol.
Riega de forma profunda un par de veces a la semana, pero más a menudo si se trata de un árbol últimamente plantado o cultivado en contenedor.
Si hallas quemaduras en las puntas de la hoja, no es una causa de pavor. Es más a menudo el resultado de un exceso de agua, escasez de agua, un sistema radicular poco desarrollado (como un árbol recién plantado), o demasiado fertilizante, singularmente si estás empleando fertilizante basado en sal.
La sombra de la tarde y las buenas prácticas de riego asisten, pero en ciertas condiciones estresantes para el arce se le pueden caer todas las hojas. No te desesperes. Los arces tienen un conjunto secundario de hojas esperando su momento para salir. El árbol se está protegiendo y te afirma que no recibe suficiente agua.
Cuando el árbol se siente estresado no trates de fertilizarlo para mejorarlo. No lo fertilices en absoluto. El fertilizante es un estimulante y tu árbol enfermo no precisa un estimulante. Además, busca otros inconvenientes como insectos o enfermedades a las que será más susceptible ahora. Captura estos inconvenientes a tiempo para que puedas tratar con ellos de forma inmediata y evitar una decadencia en tu arce nipón.
El otoño es un momento de grandes ocasiones
La poda del arce nipón es mejor hacerla al final del verano o principios de otoño. La forma es a gusto personal. A determinados les agrada dejar el aire y la luz en el centro del árbol para ver los trazados de la estructura de las ramas. Trabajando desde la base de adentro cara afuera, limpia las ramas pequeñas que medran a lo largo del tronco y las ramas principales, madera fallecida, y ramas cruzadas.
Da un paso atrás y mira esmeradamente la forma de tu árbol. Si no es agradable, busca lo que precisas quitar para mejorar la forma de tu árbol. Antes de realizar cada corte visualiza el árbol sin la rama que quitarás.
La siembra en el otoño puede ser realmente gratificante. Trata de sembrar al menos 4 a 6 semanas antes que el suelo se congele. Las raíces tienen la ocasión de establecerse, y cuando llega la primavera, el árbol estará listo para crecer. Si no hay lluvia, asegúrate de regar.
Cubrir la base con corteza de madera durante las heladas es una buena idea.

Cuidados del arce nipón en invierno
Asegúrate de que tus árboles son regados en el final del otoño y hasta el momento en que la tierra se congela.
Es una buena idea quitar la acumulación de nieve de las copas de los árboles, tan pronto como sea posible. Al mismo tiempo, ten cuidado con la capa de hielo al paso que vas a quitar la nieve. No trates de quitar el hielo además. Si hay hielo en las ramas, las propias ramas se congelan.
Para disminuir al mínimo la carga de los riesgos del invierno, retira las hojas fallecidas que se pegan a los extremos de las ramas antes que la nieve o el hielo lleguen.
Atención en primavera
Los arces nipones son extremadamente frágiles en la primavera. Si el árbol es joven y suficientemente pequeño, debes resguardarlo de cualquier helada imprevisible de primavera. El frío de la primavera es peligrosísimo, pues el arce se prepara para otro tiempo más caluroso.
Buena circulación de aire (el viento ayuda mucho), el drenaje del suelo, y las prácticas de saneamiento asisten a prevenir estos inconvenientes.
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