
El galgo es una raza de can que se identifica por su cuerpo delgado y sus largas patas. Son unos perros muy sosegados, a pesar de que tienen una gran capacidad para conseguir una alta velocidad. El galgo no acostumbra a ladrar, ni tirar de la correa y le chifla dormir. Es un can tímido, que tiende a volverse miedoso si su amo no contribuye a su recomendable socialización. El galgo es muy inteligente y puede llegar a aprender velozmente a adoptar conductas que otros perros tardarían más en entender, a pesar de que no gocen con la obediencia. Se trata de una de las razas con menos enfermedades genéticas, a pesar de su apariencia débil, aunque hay que tener en consideración una serie de aspectos en cuando a su salud. En este artículo de Sabioz.com te notificamos sobre de qué manera cuidar un galgo.
Más sobre el galgo
Lamentablemente, esta bonita raza de can acostumbra a ser usada para capturar y para otra serie de prácticas, como la caza de la liebre, con la como se somete a los galgos a duros entrenamientos y sufren de grandes episodios de ansiedad, además de esto de quedar exhaustos tras la prosecución. Después de las temporada de caza, muchos de estos animales son abandonados o incluso se han encontrado casos de galgos asesinados atrozmente.
Esta raza de can tiene un carácter obediente y agradable que resulta excelente para convivir en pisos pequeños. Esto puede resultar contradictorio, pero a pesar de lo que puede pensarse, los galgos no precisan realizar mucho ejercicio. El motivo es que esta raza tiene una alta explosividad, que le deja conseguir grandes velocidades en escaso tiempo, pero dispone de una baja resistencia, por lo como se cansan velozmente. Dependiendo de cada galgo el carácter puede cambiar, especialmente si se trata de un galgo descuidado.

Comportamiento del galgo
El galgo es una raza tímida, que puede adquirir una actitud miedosa de forma fácil si no se contribuye a una recomendable socialización. Los galgos que han sido abandonados son los que tienden a presentar traumas, desarrollando pavor cara las personas. En estos casos, la ciudad es el peor ambiente donde pueden convivir. Un galgo que no ha sido descuidado puede amoldarse sin inconveniente a la ciudad y tener una actitud confiada, mostrándose receptivo ante cualquier persona. Lo galgos son perros muy sensibles y cariñosos, con lo que precisarán que les prestes un rato de tu tiempo para acariciarles y mostrarles tu cariño, si se sientan queridos. En caso de que vayamos a dejarle más tiempo de lo normal a solas, lo que debemos evitar toda vez que podamos, es recomendable dejarlo en un espacio reducido, pues son propensos a desarrollar síntomas de ansiedad por separación.
Educación del galgo
Esta raza de can es muy inteligente, a la inversa de lo que muchas personas piensan por su actitud tranquila. Gracias a su inteligencia, educar a un galgo a hacer sus necesidades fuera de casa, a no saltar sobre la cama o no morder no acarrea una gran complicad; obviamente, va a depender de cada galgo, y educar a un can requiere su tiempo y paciencia. Como explicábamos anteriormente, el galgo es un can que puede ser algo miedoso, y teniendo presente que pueden recorrer grandes distancias, no es recomendable dejarlo sueltos en sitios abiertos donde puedan huir. Por ello, no deberíamos soltar a un galgo en un parque o por la calle. En caso de apreciar soltarlo para que corra o juegue con otros perros, lo más conveniente es hacerlo en una zona vallada. Sin embargo, esto no implica que todos los galgos sean propensos a escaparse o que no puedan dejarse sueltos. Con tiempo, paciencia y un entrenamiento recomendable, posiblemente lleguemos a conseguir que nuestro galgo asista a nuestra llamada. En general, el galgo no es un can al que le guste la obediencia o la práctica de otras habilidades de aprendizaje. Sin embargo, ¡cada can es un planeta!

Alimentación del galgo
Debemos nutrir a nuestro can, independientemente de la raza, con comestible de calidad. En el caso del galgo, es preferible nutrirlo con pienso seco, con la posibilidad de humidificarlo con agua temperada. Lo más recomendable es servirle dos comidas al día, evitando toda vez que sean justo tras que haya realizado ejercicio. Los galgos tienden a desecarse con sencillez, con lo que debemos estar pendientes de que siempre y en todo momento tienen agua a su alcance. La cantidad de comida que debemos servirle en todos y cada turno, va a depender de su peso. Por ello lo más conveniente es acudir al veterinario para que nos indique la cantidad perfecta para nuestro galgo, con la intención de evitar que padezca sobrepeso o, por o contrario, que no disponga de el alimento suficiente para su peso y edad.
¿Cuánto ejercicio precisa?
Como hemos indicado anteriormente, se cree de forma equivocada que el galgo es una raza que precisa de mucha actividad física. No obstante, es un can que puede vivir en pisos y que se fatiga velozmente si dejamos que corra durante un rato. Esto no quiere decir que no necesite salir de casa; desde luego que no. Un galgo debe caminar un mínimo de tres veces al día durante unos 20 minutos en todos y cada uno de ellos de los mismos. Además, es bueno que desde pequeños los habituemos a socializarse y jugar con otros perros.

¿Cada cuánto debemos darle un baño?
El galgo es un can de pelo cortito y no muda grandes cantidades de su pelaje. No es extraño que esta raza tienda a lavarse por sí mismo, con lo que se le considera un animal bastante limpio. Sin embargo, se aconseja lavarlo una vez al mes, con un champú específico para perros. Además, a pesar de que no suelta mucho pelo, debemos cepillarlo con frecuencia para facilitar su caída. Otro aspecto a tener en consideración es el cuidado de sus uñas, con lo que vamos a deber cortarlas periódicamente con el aparejo recomendable. En este artículo te enseñamos a recortar las uñas a un can, para que puedas hacerlo adecuadamente en casa.
La salud del galgo
Dependiendo del estado de salud del can, un galgo tiene una esperanza de vida de entre 12 y 14 años. Es uno de los perros con menos predisposición genética a sufrir enfermedades. Sin embargo, además tienen una tendencia genética a sufrir ciertas enfermedades como displasia de cadera, cáncer de huesos y torsión gástrica. Esta última es propensa en los perros de raza grande, y se ve aumentada en el caso del galgo debido a su constitución delgada. Este daño tiene lugar por una acumulación de gases o por un giro del estómago sobre sí mismo provocado por la debilidad de los tendones. Esta situación deriva en un corte del riego sanguíneo. Para evitarlo, podemos adoptar las próximas medidas:
- Repartir siempre y en todo momento el alimento en dos turnos al día.
- No dar de comer a nuestro can tras que haya hecho ejercicio.
- Evitar que tome mucha agua antes, durante y tras realizar ejercicio. Debemos dejar que tome, pero evitando que se empache.
Por otro lado, la displasia de cadera, una malformación de la articulación por la como la cabeza del fémur no encaja adecuadamente. Esto deriva en inconvenientes para emplear las patas traseras o que se siente con las dos patas a un lado. Para prevenir la displasia de carrera en un galgo debemos inspeccionar el exceso de peso por medio de el ejercicio y la alimentación recomendables, especialmente a lo largo del desarrollo del can en sus primeros meses de vida.
Por último, el cáncer de huesos es una enfermedad genética a tener en consideración en los galgos. Es difícil descubrir los antecedentes familiares de un can, especialmente si es adoptado.

¡Adopta un can!
En Sabioz.com estamos a favor de la adopción, por esta razón en el presente artículo te explicamos de qué manera adoptar un galgo, con la intención de dar una ocasión a un miembro de esta fantástica raza.
Por otro lado, adoptar a un can es un paso muy esencial, con lo que debes informarte anteriormente sobre los requisitos que se deben tener en consideración. En este artículo puedes descubrir lo que hay que saber antes de adoptar un can.

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