La salud de nuestro can es esencial y, a veces, puede producirnos algún dolor de cabeza al preocuparnos en exceso si presenciamos síntomas de que podría estar enfermo. Cuando nuestro can sufre alguna enfermedad o no se encuentra bien por algo que le ha sentado mal, el veterinario nos recomendará darle algún fármaco en forma de pastilla o jarabe. Es posible, que en un primer momento no te propongas ningún inconveniente frente al hecho de que nuestro can pueda tomar un fármaco. No obstante, te percatarás de que puede resultar difícil en el momento de pasar a la acción. Nuestro can puede rechazar el jarabe cuando procuramos dárselo y, tras múltiples intentos, puede suponer un quebradero de cabeza. En Sabioz te explicaremos de qué forma dar jarabe a un can para que te resulte más fácil.
Debemos pensar que un can no está acostumbrado a tomar substancias con sabores tan extraños como puede tener un jarabe. Si a los humanos, un jarabe puede sabernos mal, imagínate a un can, que tiene un olfato considerablemente mayor que el hombre. Cuando debes darle a tu can un fármaco en forma de pastilla, es muy frecuente introducirla en un pedazo de pan o bien otro comestible, aunque no garantiza que se lo coma. Ahora bien, el jarabe no podemos ocultarlo en comida y si debemos dárselo múltiples veces al día durante un tiempo, tampoco podemos darle comestibles que nuestro can no debería consumir habitualmente, como pan o bien otros comestibles de consumo humano.
Si tu can debe tomar algún jarabe desde pequeño o debió tomarlo temporalmente, lo mejor es aprovechar para que lo relacione con algo bueno. Una caricia tras que se tome el jarabe de esta manera como un estímulo verbal como «realmente bien» harán que puedo ir asociando la toma del jarabe con una contestación positiva de nuestra parte. No le muestres de forma directa el jarabe cuando desees que lo tome, pues llamarás su atención. A continuación, explicaremos de qué forma se debe realizar el procedimiento.
Si intentas darle a tu can el jarabe como lo harías con una persona, el resultado será negativo. Primero, pues lo más probable es que a tu can le provoque rechazo el olor de la sustancia, y segundo, pues aunque tratara de lamer el jarabe, se derramaría.La opción mejor es emplear una jeringa de plástico sin aguja. No enseñes a tu can la jeringa pera que no centre su atención en eso, sino espera a que esté apacible, acércate a él, acaríciale y trata de evitar que vea la jeringa. A continuación, pon una mano de semejante forma que el can no pueda abrir su boca, puedes hacer ver que le estas acariciando un tanto y, después, introduce la jeringa sin aguja en uno de los lados de su boca, en la zona de atrás conforme vas añadiendo presión a la jeringa para que salga el jarabe. No lo hagas muy veloz, pues saldrá todo el jarabe de golpe y posiblemente salga de su boca.
Lo más esencial es que tu can no advierta que haces algo fuera de lo común, sino presentar un comportamiento apacible y acariciarle. Una vez le has dado el jarabe prémiale y dile que lo ha hecho realmente bien. Dar jarabe a tu can puede resultar más difícil si está en un estado muy activo, con lo que será mejor no procurarlo justo tras jugar con él o cuando sacarás a pasearlo, pues probablemente tu can sabrá que es la hora de salir y estará pero excitado.
Ten paciencia. La paciencia es algo esencial cuando decides tener un can, con lo que cuando intentes darle jarabe, vas a deber recordarlo. Si ves que tu can se pone inquieto cuando intentas darle el jarabe, aguárdate un rato y también inténtalo de nuevo, de lo opuesto, cuando vuelvas a procurarlo te resultará más difícil. No trates de darle el jarabe abriendo su boca por completo y también introduciéndole el líquido de golpe, pues puedes provocar que vaya cara las vías respiratorias, ahogándole. Ahora que sabes de qué forma darle jarabe a tu can y de qué forma no dárselo, solo debes procurarlo. ¡Ánimo!.
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