Un papagayo es una de las mascotas más entretenidas y simpáticas que puedes tener. Gracias a la sencillez que tienen para aprender y repetir palabras y oraciones diferentes, son una excelente compañía y ofrecen una estupenda ocasión para convivir con ellos al entrenarlos. Sin embargo, también precisan de muchos cuidados y atención singular si quieres que te respondan y hablen contigo. A continuación unos consejos para enseñarle a conversar al papagayo:
Paciencia. No todos los loros aprenden a conversar con la misma sencillez. Esto no depende tanto de la inteligencia del animal como de su carácter pero también del trato que se le ofrezca y de lo cómodo que se encuentre en tu casa.
Lo primero que debes descubrir al adquirir un papagayo, especialmente si ya es grande, es si antes ya ha tenido un dueño que le enseñe. Si es así, es recomendable saber qué técnicas empleó para no confundir al animal. En caso contrario o si el papagayo es todavía pequeño, mucho mejor, en tanto que se habituará solo contigo.
En segundo lugar, debes darle un espacio agradable. Esto se consigue con una jaula de buen tamaño, donde tenga la posibilidad de moverse. Haz que se acostumbre pronto a un género de comida pero compárteles un tanto de lo que comen los humanos. En la tienda on-line Petsy puedes localizar todo lo preciso para hacerlos sentir en casa.
Debes ponerlo en un lugar transitado de la casa para que se acostumbre a las personas y a una altura donde pueda considerarse como un miembro más del conjunto. Es decir, aproximadamente a la altura de tu cara, ni demasiado arriba ni tampoco muy abajo, esto va a facilitar que aprende a conversar y tu vas a deber esforzarte menos en enseñarle.
Dedícale por lo menos quince minutos un par de veces al día a enseñarle a conversar. Comienza con palabras breves y simples, como “hola”, repítele su nombre o el tuyo. Si le tratas de enseñar oraciones largas o bastante difíciles solo conseguirás confundirlo y hacerle más difícil el aprendizaje.
Es esencial hacerlo sentir como un miembro más de la casa. Trátalo con cariño y no como un accesorio en tanto que ellos son muy inteligentes y pueden sentirse incómodos y tristes si solo se les busca para entretenimiento.
Finalmente, añadiremos que es buena idea darles de comer al papagayo con la mano en las ocasiones en que desees darles una recompensa. Por supuesto, ellos responden propiciamente a estos estímulos, se sentirán a gusto y desearán conversar contigo habitualmente.
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