La salvia es una planta aromatizada con muchas aplicaciones para la salud. Es un potente aséptico, cicatrizante, astringente, digestible, laxante, estupendo condimento, reduce los niveles de azúcar en sangre, la transpiración, y también la producción de leche en periodo de lactancia, entre otras de sus propiedades. En Sabioz.com te contamos de qué manera hacer aceite esencial de salvia y comienza a favorecerte de sus muchos beneficios.
Preparar aceite de salvia es muy fácil y precisarás los próximos componentes: hojas de salvia en bastante cantidad y sobre todo que estén recién cortadas para que saquen todo el jugo con mayor intensidad. También precisarás aceite de base, esto es una elección personal pero los que mejor quedan son aceite de sésamo, de coco, almendra o bien oliva. El más recomendable por su suavidad y por su olor es el de almendra. Y para poder envasarlo precisarás un tarro hermético de cristal.
Hay diferentes formas de hacer aceite esencial de salvia pero la que vamos a recomendarte es la maceración en caliente por el hecho de que es de las más simples y, además de esto, la concentración del aceite es considerablemente mayor y más eficaz.
Si tus hojas de salvia son silvestres, vas a deber lavarlas bien con agua rebosante y ahora dejar que se sequen al sol durante unas 2 horas aproximadamente. Las hojas deben quedar muy secas antes de mezclar con el aceite de base. Si no están en el estado inmejorable, intenta dejarlas un rato más. Después debes trocear las hojas y ponerlas en un tarro. Prénsalas bien para conseguir el aroma preciso.
Mientras las hojas troceadas están en el tarro prensadas, vas a deber calentar el aceite de base elegido sin que alcance el punto de ebullición. Una vez alcance el aceite esa temperatura debes verter el aceite en el tarro hasta el momento en que cubra las hojas de salvia, pero sin pasarte demasiado.
A continuación deja que la mezcla repose en una zona obscura y con cierta humedad. No debe darle el sol para nada para que el aceite se forme bien, vas a deber ser paciente y esperar entre 2 y 4 semanas para macere la mezcla. Nunca lo muevas ni lo expongas al sol, pero vas a deber removerla con una cuchara de madera durante unos minutos.
Cuando haya pasado el tiempo de macerado, abre el bote de cristal y filtra el aceite resultante. La mejor forma de tamizar es con un colador y además de esto puedes utilizar unas gasas para sacar toda la sustancia restante de las hojas.
Después vierte el aceite de salvia en un tarro de cristal hermético limpio y de color oscuro para conservarlo de la luz que pueda llegar a deteriorarlo. Guarda en un lugar al resguardo de la luz de sol y del calor y ya lo tendrás listo para utilizar cuando desees.
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