La alcachofa es una hortaliza muy nutritiva que gracias a su bajo contenido calorífico, ha pasado a formar una parte de muchos métodos de adelgazamiento. Además del consumo de esta verdura, se ha vuelto muy popular el consumo del agua de alcachofa para acudir al cuerpo a deshacerse de esos kilos de más y depurarlo al tiempo, dejándolo libre de toxinas y substancias perjudiciales. Si tú también quieres probar esta preparación y descubrir sensiblemente más sobre ella, toma nota de este artículo de Sabioz en el que te detallamos de qué forma hacer agua de alcachofa.
Dificultad baja
El agua de alcachofa es una preparación muy fácil que se ha transformado en un antídoto natural popular para adelgazar y acelerar el proceso de pérdida de peso. Esto es así por los importantes beneficios que reporta la alcachofa para este fin, entre aquéllos que destacan:
- Es diurética y depuratoria, lo que favorece la eliminación de toxinas y previene la acumulación de líquidos.
- Favorece la buena digestión de los comestibles haciendo que ocurra de forma más veloz y elimina las grasas.
- Es bajísima en calorías y tiene un alto contenido de agua.
- Gracias a su contenido en fibra, activa el metabolismo, previene el estreñimiento y la inflamación del estómago.
Si quieres aprovecharte de todos estos beneficios, entonces comienza a preparar el agua de alcachofa. Para ello, lo primero que precisas es elegir 2 alcacahofas medianas que sean frescas y estén bien prietas y duras. A la hora de adquirirlas, sobre todo debes revisar que no tengan hojas separadas o demasiado blandas; si tienes dudas, consulta ante nuestro artículo Cómo elegir alcachofas.
Una vez escogidas las alcachofas, lávalas realmente bien con un tanto de agua y, con la ayuda de un cuchillo, retira el extremo de los tallos y, seguidamente, córtalas por la mitad. Coloca una olla en el fuego con 1 litro y medio de agua y pon las alcachofas a hervir hasta el momento en que estas estén blandas y adquieran un tono verde amarronado. Cuando estén lista, retira las alcachofas y resérvalas, ya que lo que nos resulta de interés es el agua conseguida durante la cocción. Puedes aprovechar estas alcachofas para preparar alguna receta con ellas que te sirva para el alimento o la cena.
A continuación, debes colar el agua de alcachofa conseguida y ¡listo! Si lo prefieres, puedes agregarle unas hojas de menta cuando todavía esté caliente y agregarle, además de esto, unas gotas de jugo de limón justo antes de tomarla para que el sabor sea más agradable.
Lo ideal para favorecer el perder peso es tomar el agua de alcachofa durante el día, justamente en tres ocasiones, tras las principales comidas: desayuno, almuerzo y cena. De esta forma, mejoras la digestión y ayudas a tu organismo a que procese las grasas de forma recomendable.
Toma en cuenta que si la guardas en el frigo, puedes conservarla hasta una semana pero pasado este tiempo, será recomendable que vuelvas a hacer la receta de nuevo. Así mismo, no es recomendable tomar esta preparación de forma permanente para que no resulte contraproducente y recuerda conjuntarla con una dieta equilibrada y una rutina de ejercicio para conseguir tu objetivo de bajar de peso.
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