
¿Quieres hacer una deliciosa salsa Alfredo? Si quieres convertirte en un maestro de la gastronomía italiana has de saber hacer esta sabrosa salsa. Es una de las alternativas más conocidas para acompañar la pasta, grasosa y deliciosa, un placer para tu paladar.
La base de esta receta es la leche, la mantequilla y el queso, conque prepárate para una alternativa llena de sabor, textura y personalidad. En Sabioz.com te explicamos punto por punto de qué forma hacer salsa Alfredo.
30 minutos
Dificultad baja
Para preparar esta receta de salsa Alfredo lo primero y más esencial es tener listos y a mano todos los ingredientes precisos, a pesar de tener bastantes componentes, la realización es muy fácil.
Para comenzar coge una olla bastante honda y pon una cucharada de aceite de oliva para que se caliente a fuego medio bajo. Corta la cebolla en pedazos grandes y después colócala en la olla para que se rehogue, gracias a la cebolla se consigue que la salsa adquiera un sabor y un aroma muy singular.

Una vez se haya sofrito bien la cebolla y quede transparente, baja a fuego lento y añade el vaso de leche, la nata o crema, y la mantequilla. Remueve bien, y ahora, añade sal y pimienta negra al gusto. No dejes de desplazar con una cuchara de madera para procurar que no se pegue y adquiera una textura grasosa y sin grumos.
Tras dos minutos, puedes añadir la mitad del queso parmesano, anteriormente rallado y proseguirse moviendo para que quede bien integrado en la salsa.

Esta es la receta tradicional de la salsa Alfredo, pero puedes darle un toque más singular añadiendo por ejemplo, espinacas troceadas muy finas y champiñones. Si quieres incluir estos ingredientes, cuando sofrías la cebolla, añade los dos y que se cocinen con ella, de esta forma tendrás lista la base de una salsa todavía más singular.
El resto de pasos igual, hasta el momento en que agregues el queso parmesano. Cuando la salsa tenga la textura deseada, deja descansar. Si la quieres más fina, puedes pasarla por el colador, aunque la textura idónea para esta salsa Alfredo es más bien grasosa.
Tras hallar el punto perfecto de la salsa, vuelve a poner la olla en el fuego, añade el perejil picado y mezcla todo bien. Por último, coge el vaso de vino blanco, el resto de queso parmesano y remueve todo, de esta forma ya tienes la crema lista para agregarla a tu plato de pasta preferido. Cuando pongas la salsa puedes añadir por encima un tanto más de parmesano si eres un amante del queso, te encantará.
Después solo vas a deber preparar tu pasta preferida para conjuntarla con esta rica salsa Alfredo. Las opciones mejores son espagueti, vermicelli, papardelles, fettuccine, macarrones o farfalle.

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