Muy buena es la salsa de vino blanco para acompañar el pescado. También se emplea para ocupar de sabor el pollo, aunque de todas formas, depende mucho del gusto personal. Podrás aplicarla a cualquier plato que se te antoje, siempre y en toda circunstancia lo llenará de sabor y de un delicioso gusto al paladar. Desde Sabioz.com te explicamos de qué manera hacer salsa de vino blanco para ocupar de sabor tus mejores platos.
Pon una cazuela a fuego lento y añade unas 3 cucharada soperas de mantequilla. Déjala descansar hasta el momento en que se funda totalmente.
Una vez derretida la mantequilla, añade dos cucharadas de harina. Mézclalo bien, no dejes de remover y no pares hasta el momento en que se haga una pasta. No pueden quedar grumos.
Añade medio vaso de vino blanco a la mezcla. Sigue removiendo para que no se hagan grumos. Si queda muy apelmazado, añade más vino blanco, hasta el momento en que veas que toma la consistencia recomendable.
Termina añadiendo sal al paso que remueves y dejas que la mezcla se cocine siempre y en toda circunstancia a fuego lentísimo.
Una vez tenga textura grasosa, apártala del fuego y déjala descansar. Estará lista para servir y acompañar tus platos.
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- Cocinar despacio.