
¿Te cuesta sostener el control cuando estás discutiendo? A muchas personas les resulta realmente difícil llegar a inspeccionar la ira o la saña que aparece en ciertas situaciones del cada día. Los enfrentamientos en el trabajo, las discusiones con la pareja y también, incluso, la conducción por la carretera pueden provocar unas situaciones desapacibles en las que se pierda el control de los propios impulsos y, estos, pueden tornarse en beligerantes. En este artículo de Sabioz vamos a contarte de qué manera inspeccionar los impulsos beligerantes para que aprendas a discutir y a intercambiar diversos puntos de vista sin chillidos ni violencia.
Lo primero que has de saber es que todas las personas tenemos impulsos y podemos dejarnos llevar por ese instinto primario que nos empuja a hacer algo que, racionalmente, no está bien meditado. Es algo natural que todos tenemos y que, de cuando en cuando, puede aflorar en nuestra vida.
Sin embargo, esto se convierte en inconveniente cuando no podemos llegar a inspeccionar los impulsos y, además de esto, estos nos hacen protagonizar escenas violentas. Esto ocurre, sobre todo, en momentos de discusión en los que los sentimientos de ira puede invadirnos y hacernos actuar de forma completamente desmandada. En Sabioz te damos ciertas técnicas para que puedas inspeccionar la ira.
Antes de comenzar a contarte de qué manera inspeccionar los impulsos beligerantes es esencial que sepas que hay un trastorno psicológico relacionado con este género de conducta y que se conoce como «trastorno explosivo intermitente«. Este género de desorden mental se identifica por no poder inspeccionar los impulsos beligerantes haciendo que la persona pueda chillar de forma histérica, tirar o romper objetos, empujar o llegar a pegar al otro con el que se está enfrentando.
Este género de trastorno se reconoce en el momento en que una persona reacciona de forma desmandada ante cualquier situación tensa o de enfrentamiento. Los pacientes habitúan a describir este género de sensación como «ataques» y habitúan a estar antecedidos por la acumulación de tensión y de pensamientos negativos. Lo más frecuente es que, horas de estos estallidos, la persona acepte su una parte de culpa y sienta vergüenza y/o remordimiento.
Las personas que tienen este trastorno lo sufren de forma alejada, esto es, no tienen otro género de desequilibrio como sería la bipolaridad o el trastorno límite de la personalidad. Tampoco son personas que actúen así por estar perjudicadas por substancias como las drogas. Suelen ser personas normales que revientan en situaciones de agobio. Si este es tu caso, en Sabioz te invitamos a que asistas a un psicólogo para que te asista de forma específica.

El motivo de que las personas se dejen llevar por los impulsos debe buscarse en los patrones de conducta que ha aprendido durante su vida; desde relacionas pasadas hasta el comportamiento con su familia, muchas pueden ser las causas que le hayan hecho generar un patrón errado sobre la resolución de los enfrentamientos. Por lo tanto, para poder mudar esto es esencial que se haga un autoanálisis para procurar determinar en qué momento el aprendizaje fue errado y, así, darse cuenta de que se tiene un inconveniente que he de ser arreglado cuanto antes.
Una de las técnicas para inspeccionar la ira es procurar ser dueño de esos impulsos beligerantes que nos hacen chillar, ponernos histéricos o sacarnos de nuestras casillas. Para poderlos inspeccionar, una buena forma es pensar antes de dialogar, esto es, justo en el momento en el que aprecies fisiológicamente que probarás este género de situación (nervios, tensión, aceleración del pulso, etc.) coge un lapicero y un papel y escribe qué te pasa, qué te ha molestado y de qué manera puedes arreglarlo.
Poner freno a esa agresividad amontonada y sacar la parte más racional y analista es la mejor forma de poder inspeccionar ese impulso que nos haría cometer una situación desapacible.

Pero no siempre y en todo momento podrás parar esa ira y ponerte a escribir para ordenar las ideas, por eso, cuando estamos en otras situaciones más incontrolables una buena forma de poder inspeccionar los impulsos beligerantes consiste en concentrarse en la respiración. Hacer exhalaciones profundas conseguirá que el oxígeno entre en tu cerebro y puedas, así, calmar tus nervios rebajando las pulsaciones y manteniendo la mente concentrada en la respiración.
Te recomendamos que, cuando estés en este género de situaciones, te quedes en silencio, no estalles, manténte mudo y comienza a respirar reposadamente. Pasado un rato, ya habrás sido capaz de inspeccionar esos impulsos y poder dialogar de una forma más racional. Si ves que la discusión vuelve a tomar caminos violentos o beligerantes, vuelve a quedarte en silencio y controlando tus respiraciones para poder evadirte de esa tensión que se está generando a tu alrededor.
Al principio, es recomendable que antes de reventar con chillidos y agresividad, te vayas a dar una vuelta, te encierres en una habitación o te marches por un rato de ese ambiente que te saca de tus casillas. Un buen procedimiento es ponerse música relajante para, primero, calmar esa saña contenida y, tras los minutos, verás de qué manera empiezas a meditar sobre el motivo del enfrentamiento intentando entender qué ha sucedido y cuál puede ser su solución.
Pero, antes de llegar al momento reflexivo debes conseguir inspeccionar los nervios y esta técnica que acabamos de detallarte acostumbra a ser infalible. Si la persona con la que habitúas a discutir de esta forma es con tu pareja, en Sabioz te invitamos a que cuanto antes le expliques todos estos métodos que vas a emplear para calmar los nervios y poder, así, aprender a discutir. En Sabioz te contamos de qué manera discutir con la pareja sin perder el control.

Para poder inspeccionar los impulsos violentos también es bueno sostener una actitud positiva y también procurar que aflore en ese ambiente tan hostil. Lo más frecuente es que cuando se viven estos episodios problemáticos, los pensamientos negativos sean los protagonistas pero tú debes supervisarlos y procurar hacerlos desaparecer promoviendo una actitud positiva. Esto puedes hacerlo, repitiéndote a ti oraciones como «Mantén la calma», «No es para tanto», «Puedo inspeccionarlo», etc..
Cuando sientas que estás listo para enfrentar la discusión de forma racional, lo que debes evitar al máximo es que tu actitud sea altiva. Tienes que acudir a la conversación con ganas de solucionar el enfrentamiento, planteando alguna solución y hablando en primera persona, esto es, habla solo de ti, no culpes al otro de tu enfado. Intenta comunicarte de forma apacible y, sobre todo, aprende a oir también el punto de vista de la otra persona para conseguir a una resolución positiva para los dos.
Evita, ante todo, subir el tono, utilizar palabras ofensivas, invadir su espacio o denigrarle. Todas estas acciones indican un comportamiento beligerante que pueden conducir a una escena violenta.

El humor también puede ser una buena herramienta para procurar inspeccionar los impulsos beligerantes. Intentar mudar el punto de vista de la discusión por uno cómico conseguirá que sonrías y que seas capaz de relajarte y calmar la tensión del momento. Al reír, nuestro cuerpo cambia la contestación química y va a pasar de la ira al humor consiguiendo, así, que la saña desaparezca y que pueda hablarse del tema de una forma sensiblemente más tranquilo y próximo.
Una de las mejores técnicas que existen para poder inspeccionar esos impulsos violentos es hacer meditación. Este género de práctica consigue calmar la ansiedad, además de esto de asistirte a que puedas autoconocerte y, así, poder ser capaz de advertir los momentos en los que no eres tú y es la saña la que va a aparecer. Meditando conseguirás comprenderte mejor y, sobre todo, ser capaz de inspeccionar las situaciones que se te van de las manos.
En este artículo te descubrimos los beneficios de la meditación para la salud tanto física como mental.

Este artículo es meramente informativo, en Sabioz no tenemos capacitad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún género de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier género de condición o malestar.
Si quieres leer más artículos similares a Cómo inspeccionar los impulsos beligerantes, te invitamos a que entres en nuestra categoría de Salud mental.