
En los últimos años, cada vez son más las compañías que lanzan ofertas laborales pero ofertando un contrato mercantil, o sea, un contrato en el que la persona contratada no formará parte directa de la compañía sino estará contratado como autónomo. Es esencial que, antes de firmar un contrato de esta clase, sepas en qué consiste y de qué forma afectará a tu relación con Hacienda y con la Seguridad Social. En este artículo de Sabioz vamos a contarte de qué forma marcha un contrato mercantil para despejarte todas las dudas que puedan surgirte al respecto.
La crisis ha provocado que muchas empresas vieran su coyuntura económica en un estado precario. Esto ha hecho que para poder cubrir las necesidades empresariales, tuvieran que contratar a profesionales pero no por medio de un contrato laboral sino se han servido del contrato mercantil, un género conforme entre dos empresas, dos autónomos o una compañía y un autónomo en el que queda reflejada la relación laboral que habrá entre los dos señalando puntos como el sueldo, la jornada de trabajo, los deberes y derechos de cada una de las partes, etc..
Así, lo primero que has de saber es que en un contrato mercantil NO formarás una parte de la plantilla de la compañía, o sea, ellos no pagarán tu Seguridad Social ni te contratarán a ojos de Hacienda sino serás tú quién vas a deber darte de alta como autónomo para poder trabajar en el marco legal.

Así pues, cuando conversamos de este género de contrato nos referimos a que una compañía contrata de forma externa los servicios de un profesional o de otra empresa sin que entre ellos brote ningún otro género de obligación. Habitualmente, este género de trabajo se acostumbra a ofrecer a comerciales que son autónomos, a profesionales especialistas en alguna materia, etc..
Así que dependiendo del género de trabajo que te estén ofertando, posiblemente no te interese este género de contrato pues no estarás cubierto por la Seguridad Social y vas a deber acarrear con todos los gastos que tienen los autónomos (el pago de la cuota de autónomos, el IVA, el IRPF, etc.).

Por lo tanto, para saber de qué forma marcha un contrato mercantil lo primero que debes tener en consideración es que, antes de firmarlo, vas a deber ir a la Tesorería para darte de alta como autónomo; si no lo haces, estarás firmando un documento ilegal y, todavía peor, estarás trabajando en negro y Hacienda puede ponerte una multa de gran cuantía. Así que ¡no te la juegues!
Estos contratos habitúan a firmarse entre dos partes que están en el mismo nivel: una busca un servicio y la otra lo ofrece de forma legal (como autónomo). Si los dos se ponen conforme, entonces se procede a la redacción de semejante contrato que tendrá que ser firmado por las dos partes y que deberá incluir aspectos básicos del acuerdo como, por poner un ejemplo, el sueldo, la jornada de trabajo, el derecho (o no) a días de vacaciones pagados y demás aspectos que se negocien.

Así pues, es esencial que sepas que si firmas un contrato de estas particularidades no tendrás los mismos derechos que un trabajador por cuenta extraña. Para que lo entiendas mejor, ahora vamos a descubrirte las principales diferencias entre un contrato laboral y un contrato mercantil:
- El laboral paga a sus empleados por medio de una nómina en la que se le descuentan las cotizaciones a la Seguridad Social; en el caso del mercantil será él quién tendrá que generar una factura a la compañía que le ha contratado descontando el IRPF y también incluyendo el IVA.
- El contrato laboral incluye una serie de derechos del trabajador como, por poner un ejemplo, las vacaciones pagadas, la baja médica, las excedencias, etc.; en el caso del mercantil, no se incluyen estos derechos salvo que se llegue a algún acuerdo con la compañía contratante.
- Otra diferencia esencial es sobre la prestación de desempleo en tanto que el trabajador laboral sí que está en su derecho a esta retribución en caso de que se quede sin trabajo pero, no obstante, el mercantil (de igual forma que los autónomos) no están en su derecho a esta prestación.
Pero, además de esto de todos estos factores que podrían parecer inconvenientes, la verdad es que ser autónomo tiene ciertas grandes ventajas como, por poner un ejemplo, ser tú tu jefe, poder organizarte tu trabajo, no tener que fichar en una compañía, etc.. En este artículo te descubrimos los beneficios de ser autónomo.

Además de esto, has de saber que existen diferentes géneros de contrato mercantiles que se ajustan a cada situación y que poseen unas particularidades específicas. A continuación te descubrimos los más usados:
- De cambio: este género de contrato acostumbra a firmarse en caso de que se realice un intercambio de un bien por otro como, por poner un ejemplo, en el caso de una adquiere-venta de un vehículo, el contrato de obra, etc..
- De colaboración: es en el momento en que una entidad contrata a alguien para que realice una labor específica y puntualmente como, por poner un ejemplo, puede ser el caso de un escritor con su editor, una agencia con su representante, etc..
- De préstamo y crédito: en especial está gestionado por entidades bancarias y se habitúan a firmar cuando se hace una prestación económica a un particular o empresa y que la relación comercial se basa en el pago de intereses.
En este artículo de Sabioz te descubrimos los géneros de contrato de trabajo en España que existen hoy en día para que te familiarices con ellos.

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