
¿Quieres disfrutar de una hermosa planta de melisa en casa? Ya sea en tu jardín, en el huerto, en la terraza o en el alféizar de alguna ventana la melisa o toronjil lucirá muy hermosa y además de esto impregnará tu hogar de un intenso y agradable aroma a limón. Del mismo modo, podrás utilizar las hojas de esta hierba medicinal para aprovechar sus múltiples propiedades ventajosas para la salud y también incluso emplearla en la cocina. Así que no esperes más y sigue atento a este artículo de Sabioz para aprender de qué forma plantar melisa.
A la hora de cultivar melisa en casa, tenemos dos opciones para hacerlo: por medio de semillas o por división, esto es, apartando matas de alguna otra planta. Así pues, en caso de que podamos conseguir algún esqueje de melisa —de un familiar, vecino, etc.— su multiplicación será más veloz. De lo opuesto, la época ideal para la germinación de semillas de melisa será en primavera o verano, pues precisan calor para aflorar adecuadamente; de esta forma, vas a deber plantar las semillas en almácigas para después trasplantarlas a una maceta o de forma directa sobre el suelo.

Será esencial elegir una ubicación recomendable para plantar la melisa, pues esta especie requiere un lugar con semisombra, donde pueda percibir luz del Sol pero sin que esta incida de forma directa sobre ella. Y es que la sobreexposición solar provocará que las hojas se quemen y la planta se deteriore, especialmente en las zonas o países de tiempo calurosísimo. Del mismo modo, la melisa no acepta las heladas ni las temperaturas extremadamente frías, con lo que en invierno deberá mantenerse resguardada del frío. Este hecho se debe a que la melisa es una planta acostumbrada al tiempo mediterráneo, donde predominan las temperaturas suaves y sin valores extremos.
Así mismo, al plantar melisa, será imprescindible sostener una separación de unos 30 cm entre las semillas o brotes, en tanto que esta es una planta que se extiende horizontalmente y requerirá de suficiente extensión o terreno para crecer. En caso de que optes por plantarla en una maceta, cerciórate de que sea suficientemente grande y disponga de un recomendable sistema de drenaje.

En cuanto al género de suelo, cabe resaltar que la melisa se amolda con sencillez a la gran mayoría de tierras; no obstante, si podemos elegir el suelo donde sembrar la melisa, vamos a deber decantarnos por los profundos y areniscos. Así mismo, la fertilización con abonos orgánicos como el compost ayudarán a promover la floración de esta planta caracterizada por un intenso aroma a limón.
Y es que también será esencial que sepas que la melisa es una planta que no requiere un excesivo riego, sino está acostumbrada a crecer en zonas de sequía y por ende será suficiente con regarla semana a semana y también incluso menos en invierno. Así mismo, será esencial prevenir que el agua quede encharcada para evitar de esta forma el pudrimiento de sus raíces. Te explicamos más sobre el riego y otros cuidados básicos de esta hierba en nuestro artículo sobre de qué forma cuidar la melisa.

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