
Scorsese, Hitchcock, Spielberg, Lynch… Todos ellos tienen algo en común: son grandes directivos de cine. Para conseguir el perfeccionamiento de su oficio han debido comenzar desde abajo y aprender de los maestros que les precedieron. Si pretendes imitarles y probar suerte pero no tienes idea sobre de qué forma ser directivo de cine, en Sabioz te damos una guía con una serie de pasos realmente útiles para que consigas conseguir tu sueño.
Lo principal para convertirse en directivo de cine es adquirir los conocimientos teóricos recomendables sobre el cine. Para ello puedes decantarse por inscribirte en una escuela de cine, experta en educar este arte, o bien buscar una Universidad que disponga de la carrera de dirección cinematográfica.
Tanto si te anotas a una de estas escuelas tal como si decides estudiar de forma autodidacta, debes aprender, entre otras, las próximas asignaturas básicas. Estas son esenciales durante la enseñanza de todo futuro directivo que se precie:
- Historia del cine
- Lenguaje cinematográfico
- Dirección de actores
- Producción cinematográfica
- Guión cinematográfico
- Estética cinematográfica
- Montaje audiovisual
Otras asignaturas que debes aprender son fotografía, sonido y el manejo y funcionamiento de una cámara.
¡Imprégnate de cine, vive y respira cine! Es esencial que veas películas y consigas una extensa cultura cinematográfica, pero no basta que lo hagas como cualquier apasionado: ¡analízalas! Desglosa cada escena, observa detalladamente cada plano, estudia su contenido y descubre dónde se ha puesto la cámara y qué motivos puede haber tenido el directivo para tomar sus resoluciones. Este trabajo es lo que te convertirá en un profesional de la materia.

Conseguir trabajo como directivo de cine no es labor simple. Hay que comenzar desde abajo, tan abajo que a veces te tocará preparar los cafés a un equipo técnico de rodaje o ir a hacer fotocopias cuando uno de los asistentes te lo pida. Si te introduces en el equipo durante un rodaje ocupándote de alguna de estas fáciles tareas, podrás ver de cerca de qué forma se hace una obra audiovisual, lo como te ofrecerá mucha experiencia.
Ya sea una película, un spot o un videoclip, lleva siempre y en toda circunstancia un bloc de notas de notas y apunta todo lo que te resulte interesante para tus futuros proyectos. Desde el comportamiento del propio directivo a su toma de resoluciones en el set; de los tiempos pasados entre plano y plano y de la colocación de los focos de iluminación. Te aseguramos que esto te ayudará enormemente a formarte como directivo de cine.
También puedes enviar tu currículo a productoras ofreciéndote en calidad de segundo o tercer asistente de directivo. Sé humilde y opta incluso por aquellas ofertas sin retribución, pues tú todavía no eres Spielberg.

¡Cómprate una cámara y realiza tus vídeos! Porque no hay mejor forma de aprender que poner en práctica todos tus conocimientos teóricos. Puedes ofrecerte para grabar vídeos musicales a vocalistas que empiecen o que no tengan mucho presupuesto, como hacer vídeos corporativos para pymes. Estos trabajos te aportarán experiencia y sobre todo currículo, lo que te va a facilitar en el futuro poder optar a un puesto remunerado con una productora audiovisual.

¡Hazte un nombre! Además de este género de proyectos, es imprescindible que desarrolles tu creatividad escribiendo y dirigiendo cortometrajes o películas independientes. Para ello búscate un financiador o ahorra algo de dinero para poder hacerte cargo de los gastos que genera una producción. Y es que incluso hacer un cortometraje cuesta dinero: gastos de cátering, atrezzo, maquillaje, transporte, fotocopias o guiones impresos, copias de DVDs, entre otros.
Asimismo debes tener en consideración los gastos de distribución, pues en tanto que realizas un cortometraje o una película probablemente te complacería que fuera exhibido en festivales o que optara al premio en alguna categoría, y estas inscripciones normalmente tienen un costo. ¡No escondas tu obra al planeta guardándola en un cajón!

Como consejo final, agregar que la actitud es muy esencial para aquellos que trabajan en el planeta del arte. Por eso debes dedicarte al cine desde la humildad, con los pies en el suelo y siendo agradecido por las ocasiones que se te ofrecen. Porque, ¡quién sabe! Alguna de ellas podría abrirte las puertas a un proyecto interesante que te lance al estrellato.
¡Sigue trabajando duro y conseguirás los frutos!

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