¿Por qué hay amistades que duran toda la vida y otras que se desvanecen con el tiempo? Simplemente por el hecho de que las bases sobre las que edificamos una auténtica amistad no pueden destruirse tan de manera fácil, esto causa que podamos sostener los nudos sin importar lo más mínimo el paso del tiempo o la distancia. Un amigo no es alguien con quien solo compartimos risas, fiestas o momentos amenos, sino alguien con quien podemos contar en todo momento, para lo bueno y lo malo, para las alegrías y también para los momentos bastante difíciles. Es alguien a quien queremos, respetamos y valoramos como si fuera de nuestra familia. Pero ¿de qué manera conseguir crear ese vínculo? En Sabioz.com te explicamos de qué manera ser un buen amigo y edificar relaciones que duren en el tiempo.
Conviértete en alguien en quien se pueda confiar, alguien que nunca traicionaría o contaría cualquier amedrentad de un amigo. La confianza es la base de cualquier relación humana estable y perdurable en el tiempo, por eso debes hacerle saber a tu amigo que estarás allá siempre y en todo momento, que estás preparado a oir y que todo lo que pueda contarte estará a salvo contigo.
Sé tan reservado y fiel con tus amigos como te complacería que lo fueran contigo.
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Si quieres ser un buen amigo entonces aprende a oir. Aunque es muy ameno contar nuestras aventuras o experiencias, oir a el resto es también esencial para establecer una relación de amistad auténtica y fuerte. No se trata únicamente de ser nosotros el centro de atención, o de esperar los consejos de el resto sin ser a cambio un buen oyente, las relaciones humanas se basan en la retroalimentación y para ser escuchados debemos también aprender a oir.
Construir una a mistad solo basándonos en la diversión, las fiestas, las risas y los buenos momentos es muy simple. Lo difícil es estar también allá cuando la otra persona no se encuentra bien, por eso si quieres ser un buen amigo debes mantenerte libre para los momentos buenos y también para los malos.
Intenta estar cerca de cualquier forma cuando sepas que tu amigo lo precisa, muéstrale tu apoyo, anímalo y ayúdale a superar aquello que le causa malestar. Recuerda que si siembras una buena y franca relación más adelante, cuando tú lo precises, podrás contar también con esa persona.
Nunca hables a espaldas de tus amigos, si tienes algo esencial que decirles hazlo en su cara. La sinceridad es muy esencial en una amistad sana, por eso nada mejor que armarse de valor y decirle a esa persona que se confunde, que no ha hecho algo bien o que ha hecho algo que te ha herido o molestado, en lugar de contárselo a todo el planeta menos a quien corresponde.
Es cierto que sincerarnos con nuestros amigos no siempre y en todo momento es realmente simple, pero la buena comunicación es básica en las relaciones humanas, y de seguro que cuando tú te confundes te complacería que alguien a quien aprecias sea franco contigo.
Demuestra cuánto te importa la amistad con simples gestos. Para ser un buen amigo es esencial no olvidar los pequeños detalles que alimentan la relación, decir te deseo en ocasiones, estar ahí en el momento en que te precisen, acordarte de un aniversario o de una data singular, estar al pendiente de esa persona cuando precisa algo o cuando atraviesa un momento esencial.
Si tu amigo te cuenta algo es por el hecho de que le resulta interesante oir tu opinión y contar con tu apoyo, por eso no olvides esos pequeños detalles que pueden fortalecer mucho la relación.
Somos humanos y nos confundimos de manera continua, por eso aprende a excusarte en el momento en que te confundes si quieres asegurar una amistad durable. Si cualquier día afirmaste o hiciste algo incorrecto no vaciles en pedir perdón y lijar las asperezas que esa situación haya podido causar.
Todos cometemos fallos, lo esencial es saber rectificarlos.
Si te agrada que excusen tus fallos entonces también has de saber disculpar cuando tu amigo se confunde. Ser un buen amigo también implica tener tolerancia, paciencia y entendimiento para entender que el otro puede cometer fallos como tú, pero que eso no quiere decir que la amistad no tenga valor o que tu compañía no le importe.
Evalúa la situación y acepta el perdón cuando sabes que se trata de un buen amigo.
No podemos forzar a las otras personas a que cambien, no debemos criticarlas hasta hacer que se sientan mal ni achacarle todo el tiempo sus defectos. Los verdaderos amigos no hacen esas cosas, por eso respeta a tu amigo y trátalo como te complacería ser tratado, verás que así la amistad durará para siempre y en todo momento.
Nunca fuerces la relación, respeta su vida personal y sus resoluciones y no critiques de manera continua sus acciones. La amistad nos transforma en familia, pero somos individuos con gustos personales y todos merecemos ser aceptados y no criticados a cada momento.
Para ser un buen amigo es esencial dedicar tiempo a tus amistades. No importa la distancia o lo ocupados que puedan estar, es necesario que haya un momento para oir al otro y compartir. Si no pueden verse o salir, entonces no vaciles en llamar, en contactarle por las redes sociales, en crear el acercamiento mediante otras vías.
Las personas que son fieles con sus amistades no las abandonan por una pareja, por otras relaciones o debido a la distancia. Nuestras vidas cambian de manera continua, pero si alguien nos importa debemos hallar el momento par darle el lugar y tiempo que se merece.
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