Los complejos son contestaciones creadas por nuestra mente ante algún aspecto que nos diferencia de el resto. En la mayor una parte de los casos, son pensamientos absolutamente irracionales que la persona acostumbra a sobre valorar y además incluso pueden llegar a convertirse en una obsesión. En pocas ocasiones guardan relación con la realidad, pero lo esencial es identificar el inconveniente y mudar los pensamientos positivos sobre los negativos. En Sabioz.com te contamos de qué manera superar los complejos físicos.
El inconveniente de los complejos físicos aparece cuando se alcanzan extremos y se convierten en una nosología. Se trata de una incapacidad para ver tu cuerpo tal como es. Una persona con complejos se observa en detalle y no se aprecia lo más mínimo. Se ve incluso como un objeto que he de ser retocado y mejorado. El riesgo de sentirse de esta forma es que puede llegar a inmovilizar la vida de una persona; puede impedir que una persona disfrute de la vida, vaya a la playa, se ponga la ropa que le guste, en terminante, se encierra en sí. Cuando hay un complejo, esa imperfección se convierte en la cauda de todos los fracasos. Durante la adolescencia es natural pasar por esta fase pero en la madurez adquiere otras dimensiones y puede llevar a sufrir una grave depresión.
La primera clave para conseguir superar los complejos es aceptar la premisa de que todos somos imperfectos. Es una realidad que cuanto antes aceptes mejor, pues será la base sobre la que se asiente tu porvenir yo. Para conseguir admitirte y quererte tal como eres, es recomendable que renuncies al hecho de querer agradar a todo el planeta a toda costa pues esto es imposible y, además de esto, horriblemente angustioso. Pensar de manera continua en agradar y ser lo que el planeta espera de ti, es una estrategia muy perjudicial para la autoestima.
Un buen consejo para superar tus complejos físicos es mirarte en el espejo y centrarte en lo que más te guste. Transforma lo que consideras diferente en un aspecto ventajoso y además incluso singular. Cuando te mires, hazlo con cariño, mírate como un humano bello de forma intrínseca y deja de criticarte o cotejarte con el resto de la gente con ideales de belleza estándares. Las demás personas no son como tú y no son para nada mejor que tú pues cumplan con algunos modelos icónicos.
Para aprender a admitirte, debes rodearte de personas que te amen como eres y no se pasen el día juzgándote. Nunca debes enfocarte con las falsas creencias de personas o medios que se centran en las apariencias físicas. Intenta valorarte y tener una buena opinión de ti, añadiendo todos los aspectos positivos de tu personalidad. Nadie mejor que tu para quererte, valorarte y admitirte con tus defectos y virtudes. Un buen consejo es que nunca te lamentes en público de tus limitaciones pues lo único que conseguirás es que solo vean la parte negativa de ti.
Aprende a confiar en tus valores y intenta no basar tu vida en el aspecto físico. Inunda tu mente de pensamientos positivos que te aporten seguridad y te llenen de confianza. Busca el lado positivo de todo, recuerda que no todo es negativo. Seguro que hay algo en tu aspecto que es singular y te diferencia del resto. Potencia tus virtudes, tus habilidades o cualquier género de cualidad alén de la física. Ser positivo no implica engañarse, hay que ser realista y consciente de lo que se tiene y de lo que se puede conseguir. Puedes probar a marcarte desafíos y metas para fortalecer tu autoestima, pensando en positivo. Lo que consideras defectos posiblemente para otras personas no lo sea, pero si esta idea no te convence podrías procurar ocultar lo que te acompleja fortaleciendo lo mejor de tu aspecto.
Si sientes que no tienes la capacidad suficiente para poder superar los complejos físicos por ti/a, será esencial que asistas a un especialista para que te asista a combatir este inconveniente.
Este artículo es meramente informativo, en Sabioz no tenemos capacitad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún género de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier género de condición o malestar.
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