¿Estás cansado de tu mantel blanco? ¿Quieres darle un toque de color a tu mesa? En Sabioz.com te enseñamos de qué forma teñir un mantel. Con estos fáciles trucos conseguirás darle un aire nuevo a tus comidas y mudar de forma plena tu mesa. Para hacerlo solo precisarás un mantel de algodón blanco o, en el caso de no tenerlo, una sábana, tinte, paciencia y además imaginación. Deja volar tu creatividad y transforma tu insípido mantel en una explosión de color.
Antes de teñir el mantel blanco o de cualquier otro color, cerciórate de que está bien limpio. Para hacer un diseño en la sábana o mantel con tinte, precisarás un kit singular para esto. Busca en tiendas especializadas o droguerías tinte para tela.
Una vez tengas los colores que más te complazcan, empapa el mantel y escúrrelo. Debe quedar húmedo pero cerciórate de que quitas el agua restante. Después, pon el mantel en una mesa cubierta de plástico para no manchar nada.
Con la tela extendida, pon un tenedor en el centro y enrolla el mantel, de forma cuidadosa de que no se rompa la tela. Una vez tengas todo el mantel enrollado, observarás que te queda como una espiral.
Después, anuda el mantel con bandas de goma, haciendo un nudo en el centro de esta forma te asegurarás que la forma redondeada de la tela se sostendrá. Con esta figura podrás teñir cada una parte de un color diferente.
Luego emplea cuatro diferentes colores de tintes alternándolos en todos y cada sección del disco. Luego das vuelta el disco y aplicas el tinte en la una parte de atrás con los mismos colores en todos y cada sección.Luego metes el disco en una bolsa de plástico para que el tinte se establezca durante la noche.
Al día siguiente, abres el bulto y lavas bien el mantel en la bañera. Luego lo lavas (separado de la ropa regular) y lo secas. Una vez hayas aplicado el tinte en todos y cada zona del mantel, por delante y por detrás, vas a deber dejarlo secar. Para que el tinte se coja más en la tela, te invitamos a meter el mantel atado en una bolsa de plástico y dejarlo secar toda la noche.
Pasadas esas horas, retira la bolsa, desata el mantel y lávalo en un recipiente lleno de agua para que suelte la tinta restante. Así de simple es teñir un mantel con tinte. ¡Pruébalo!
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