
Las cataratas es una condición que afecta a muchas mascotas, entre ellas, los gatos. Se trata de opacidades de distintas formas que afectan al cristalino y que habitúan a ser de color blanco. El cristalino, o además conocido como lente, es un tejido del ojo normalmente transparente, pero si tu felino tiene cataratas, la luz no atravesará la lente y tendrá inconvenientes para percibir todo género de estímulos visuales. En este artículo de Sabioz.com te explicamos de qué forma tratar las cataratas en los gatos.
Es muy esencial ir al veterinario si crees que tu gato sufre cataratas, por el hecho de que las consecuencias para su calidad de vida son notables. Si es el caso, su visión se verá disminuida, hasta el punto de perder la vista absolutamente si el inconveniente está muy avanzado. Llegado este punto solo percibirán luz, ninguna imagen. Si las cataratas no se operan, pueden llegar a un estado de hipermadurez, donde partículas de tamaño minúsculo atraviesan el cristalino. Cuando el organismo reacciona ante esto, se genera una peligrosa inflamación llamada uveitis facolítica, el cristalino adquiere un tamaño mayor y las proteínas precipitadas pueden provocar glaucoma o hipertensión ocular, provocando dolor y además incluso impidiendo que los párpados se cierren debido al incremento del tamaño del ojo.
Para salir de dudas, te invitamos a que leas el artículo Cómo saber si mi gato tiene cataratas.

Ante la menor duda de cataratas, debes ir al veterinario para que este le realice a tu gato un diagnóstico precedente al tratamiento que requiera. Se examinarán los dos ojos para poner en patentiza los inconvenientes que existen. Normalmente, se va a hacer empleo de aparatos como oftalmoscopios directos y además indirectos para ver las distintas estructuras del ojo y revisar si la catarata es un hecho. Si la lente conserva trasparencia se podrá ver la retina, que puede verse desequilibrada además,de ahí la relevancia de tratar enseguida frente a la más mínima sospecha. Cuando el cristalino es opaco, la retina se examina con reflejos pupilares cruzados y directos. Con una ecografía, el veterinario podrá ver si existe algún tumor, hemorragia o desprendimiento retiniano.
El mejor tratamiento para las cataratas es la intervención quirúrgica. Los colirios se consideran ineficaces, no obstante, tratándose de cataratas no muy avanzadas se pueden recetar vitaminas y aminoácidos para progresar el metabolismo. Pero la recomendación general es operar cuanto antes todavía cuando existe visión, en tanto que así se reducirán las dificultades. Antes de la operación y como preparación, se acostumbra a recetar antiinflamatorios, dilatadores pupilares y antibióticos. La intervención es con anestesia general y se realiza con instrumental de alta precisión para hacer una pequeña incisión en la córnea, y por medio de una tecnología muy renovadora, llamada facoemulsificador, que emite ultrasonidos se rompe y se absorbe la catarata.

Tras la cirugía, no resulta necesario que tu gato se quede ingresado, lo normal es que le pongan alrededor del cuello un collar isabelino para evitar que se toque o lama la zona ocular, así podrá curarse y tener una cicatrización recomendable. Además, el veterinario te recetará la medicación precisa para el dolor, la hinchazón y la dilatación, de la misma manera que antes de la operación.
Posteriormente, tu gato deberá pasar distintas revisiones y lo normal es que una vez le hayan operado los ojos, vea los objetos que están cerca menos limpios, pero normalmente su visión mejorará.

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