Qué pasa si tomas mucha agua salobre

Esas olas del mar rompiendo en la costa no reducirán mucho tu presión arterial. De hecho, conforme el líquido frutal se vaya acabando, posiblemente el mar comience a burlarse, por el hecho de que no se puede tomar nada de él.

Consumir agua salobre no suena tan mortal como, por poner un ejemplo, un pez globo. Después de todo, nuestros cuerpos dependen tanto del agua como de la sal para marchar. El agua, disolvente universal de las proteínas y similares, es esencial para las reacciones químicas que nos asisten a metabolizar los comestibles, para emplear los músculos, para bombear la sangre, y también incluso para pensar. Nuestras células también dependen de la sal, que existe como iones de sodio y cloruro en los fluidos extracelulares, para esas reacciones químicas. Entonces, ¿cuál es el inconveniente?. En todo caso, tomar agua salobre suena eficaz, no mortal.

¿Alguna vez estabas parado en un ascensor en el momento en que una persona extremadamente perfumada entró?. El olor se siente por todas partes en el ascensor, conque todo el planeta puede olerlo. Esa es la acción de difusión. Este transporte neto de materia de una zona de alta concentración a una zona de menor concentración sucede todo el tiempo.

Cuando se trata de difusión y agua salobre, no obstante, las células humanas tienen membranas biológicas que pueden prevenir que la sal fluya de forma libre en las células. Aunque el cuerpo puede normalizar el sodio y concentraciones de cloruro en cierta medida, una concentración muy, muy alta de sal en la sangre es un reto. Eso es por el hecho de que la membrana de una célula es semipermeable – aunque el sodio, el cloruro, y otras substancias pueden no ser capaces de difundirse de manera fácil dentro y fuera de la célula, el agua puede. Cuando la concentración de sal es más alta en el exterior de las células que en el interior, el agua se mueve desde el interior cara el exterior de las células para corregir el desequilibrio. El intento de igualar las concentraciones de materia en los dos lados de una membrana semipermeable tiene por nombre osmosis.

Si estás consumiendo agua de mar, los resultados de la osmosis son espectacularmente desastrosos. Recuerda que la salinidad del agua de mar es casi cuatro veces mayor que la de los fluidos anatómicos. Si se genera sin control, la transferencia neta de agua desde el interior de las células cara el exterior hará que las células se contraigan sensiblemente – y la contracción no es buena.

Aunque el consumo de un tanto de sal es esencial para nuestro bienestar fisiológico (y para darle mejor sabor a las papas fritas), poca sal o demasiada, causa estragos en nuestro cuerpo. Para los humanos, el número mágico es 9. Esa es la salinidad, o el peso en gramos de sal disueltos en 1000 gramos de agua, en la sangre humana. Esto quiere decir que cada 1000 gramos de fluido contiene 9 gramos de sal y 991 gramos de agua. En la medicina, los fluidos que tienen la misma salinidad que la sangre se conocen como isotónicos. Cuando consumimos demasiada sal, se excreta el exceso en la orina para sostener los fluidos anatómicos isotónicos.

El agua salobre es un líquido hipertónico, o uno que contiene más sal que la sangre humana, y tiene una salinidad de 35. Como estás a puntito de ver, tomar líquidos extremadamente hipertónicos tal como el agua de mar, crea un caos en los mecanismos de defensa del cuerpo humano.

A menos que tomes mucha agua dulce, el mecanismo de regulación del cuerpo en esta situación es potencialmente mortal. Con el agua del mar, el cambio en la concentración de sodio fuera de las células es el principal culpable. Con el fin de recuperar el estado isotónico, una necesidad para la supervivencia celular, el cuerpo intenta suprimir el exceso de sodio desde sus fluidos extracelulares, mediante la orina. Por lo tanto, a fin de suprimir la extrema cantidad de sodio, se orina más agua de la que realmente tomamos. Se genera la deshidratación interna.

Así que, si consumes mucha agua de mar, realmente no estás hidratando el cuerpo, lo estás desecando. Esto lleva a calambres musculares, sequedad en la boca, y sed.

El cuerpo trata de compensar la pérdida de fluido mediante el aumento de la frecuencia cardiaca y la constricción de los vasos sanguíneos, para sostener la presión y el flujo sanguíneo a los órganos vitales. También eres más propenso a sentir nauseas, debilidad, o incluso desvarío. A medida que te desecas, el mecanismo de defensa falla. Si no llegas a tomar agua dulce para revertir los efectos del exceso de sodio, el cerebro y otros órganos reciben menos sangre, lo que lleva a un coma, insuficiencia orgánica y la muerte.

Por supuesto, el consumo de pequeñas cantidades de agua salobre no te matará. El mensaje, no obstante, es claro; la sal y el agua se consumen mejor por separado – y cualquier producto con sal debe ir acompañado con agua dulce.

Este artículo es meramente informativo, en Sabioz no tenemos capacitad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún género de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier género de condición o malestar.

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